viernes, diciembre 31, 2010

TE ESPERO

Habrá quienes te celebren por las calles y la multitud será el ropaje que los abrigue y proteja de la intemperie de las ausencias.

Otros recurrirán al montaje familiar, donde cada cual trae ya ensayado su diálogo del libreto común y lo recita a veces con convicción y otras como un escolar su primer poema.

Habrá quien te reciba en soledad, quien te invite a pasar y a mirarse como probables amantes que, antes del incendio pasional, anticipan con algún gesto de cansancio la certeza de que todo amor es despedida.

Habrá a quien tu llegada lo sorprenda durmiendo, cojiendo, escupiendo al vecino de abajo que hace demasiado ruido, quien no sepa qué está pasando, por qué la algarabía, los fuegos, el estruendo.

Nos vemos, entonces, esta noche. Del modo que sea y con quien estés o por cuya ausencia hayas apagado la luz y cerrado las ventanas, no podrás dejar de verme, de verte, de encontrarnos en un choque de copas, en un abrazo ajeno, en el llanto contenido de los que quisieron alguna vez quererte, en la risa del que emerge exhausto del amor y apoya su frente en la del otro u otra y ya no son dos, son el mundo.

Bienvenido, yo te espero, 2011, no sé vos, qué planes tenés para esta noche.

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