sábado, julio 28, 2012

CUANDO ESCRIBO


Gente que porque escribís novela negra cree que sos experto en crímenes, en modos de ocultarlo, en impunidades, en autopsias y entierros. Que tenés de aliados a forenses y policías, que tenés informantes en el hampa, amigas en los prostíbulos, confidentes en las cárceles y que entre todos te soplan las historias, sus complicaciones, los desenlaces.
Hay quien se reúne con alguno de estos ayudamemorias antes de escribir novela negra, con varios, con todos o con otras insospechadas fuentes de información.
Yo no.
Soy un solitario. A solas con la literatura, de eso se trata lo mío.
De citas clandestinas, de amor furioso hasta que escampe y vuelva el sol del absoluto desamparo de los escritores.
Tan solitario soy que no me importan el mundo, sus desdichas, el hambre, las guerras, la desolación, el mal absoluto ni los ángeles y sus cadenas de amor eterno.
Tan solitario soy y tan ajeno al dolor que me rodea y a la esperanza ciega que intenta aliviarlo, que cuando escribo no consulto ni a mi almohada, pateo a mi perro, le piso la cola al gato y llamo a la policía si un pordiosero golpea a mi puerta.
Tan furiosamente solitario soy que cuando escribo dejo a un lado los ideales que nunca tuve y la sola noción de libertad me repugna.
Soy eso, amigo, mal que nos pese y cuando escribo.
Un esclavo al que no dominas ni a latigazos ni con hierros candentes, un miserable condenado a resucitar historias muertas hace siglos en las mazmorras de tu conciencia.

viernes, julio 27, 2012

UN PROFESIONAL


Le pagaron cincuenta mil dólares para estar montado aquí, en el techo del cine frente a la embajada, y disparar con silenciador cuando el presidente descienda del auto y se detenga a saludar a los funcionarios de la gran empresa inversora.
Sabe cómo hacerlo y cómo desaparecer sin dejar rastros, es un profesional, por eso cobra en dólares –a pesar del cepo cambiario. No tiene identidad, nadie lo conoce, las contrataciones son trianguladas mediante códigos indescifrables para los hackers pedorros de esta colonia tercermundista.
Llega la comitiva, baja el presidente, los de la gran empresa inversora tienden sus diestras para ser saludados, es el momento indicado: el dedo presiona sobre la cola del disparador, “clack”…
Nada: silencio más allá del silenciador.
El presidente saluda a los curiosos y entra en la embajada, chau a todos y a las cincuenta lucas verdes.
-Qué carajo…
Revisa la munición.
Trucha, claro, comprada en La Salada, la puta feria del Riachuelo, nada más que por evitarse el viaje a Ciudad del Este.
Vuelve a cargar y dispara al aire.
La paloma que cae sobre su cabeza lo llena de plumas y de sangre.

miércoles, julio 18, 2012

RECALIENTES


Si mirás bien vas a ver que están al palo. O que la humedad les invade a ellaS la entrepierna como una pared en cuyo interior se rompe un caño.
Así de calientes se ponen cuando ajustan: que los salarios, que las jubilaciones, que los gastos en educación y en salud o las ayudas multimillonarias a los pobrecitos banqueros.
Recalientes.
Y llegan al orgasmo todos juntos cuando desde Berlín saludan con el pulgar en alto los anuncios de Rajoy.

lunes, julio 16, 2012

PUTA MERKEL


Lo difícil no es atracar un banco sino repartir luego el botín.
-Mitad para mí, el resto para ustedes diez.
-¿No te parece un poco injusto?
-Era lo pactado- le recuerda el jefe Cararrota al insolente de la banda.
-Pero no hiciste nada.
-Los planes para el asalto. Y ahí está la plata.
-Ni siquiera moviste el culo de la silla, te quedaste aquí mientras nosotros… CRRRACK!!!!!!!!!, el balazo en el entrecejo del insolente.
-¿Alguna otra objeción?- Cararrota, soplando el humo del caño del revólver.
-Objeción, ninguna- Lumiére, el segundo de la banda: -Sólo una aclaración- toma la mitad del millón de euros, los reparte entre el resto y alcanza la otra mitad a Cararrota.
-Soy todo oídos- Cararrota, apuntándole por si las moscas.
-El Banco Central Europeo acaba de soltarle la mano a España. No más euros, volvemos a la peseta. Estos billetes ya no le sirven ni al rey Juan Carlos.
Cararrota le alcanza su mitad de los billetes al flamante cadáver.
-Canjéenlos a un coleccionista y, si les da un par de pelas, que tenga por lo menos un entierro digno.
Mira a los nueve que quedan de su banda.
-Puta Merkel.
Y CRRRRACK!!!!!!!!!

domingo, julio 15, 2012

SEGUNDA VIDA, LA RESURRECCIÓN

Conversación con Claudia Piñeiro y Mercedes Giuffré, en el BAN (Buenos Aires Negra, junio de 2012)

http://www.youtube.com/watch?v=3epc59svV6k&feature=share

sábado, julio 14, 2012

SOS


Un escritor se construye a sí mismo destruyéndose. Desmontando en silencio todo lo que le pese como escritor, desarmándose de defensas que lo paralizan.
El elogio desmedido, el ditirambo, el ego sobrealimentado como chancho para las navidades, acaba destruyendo aquello que se propuso construir.

El tuyo no es un oficio que se lleve muy bien con los aplausos ciegos, con la corruptela de una sociedad sostenida por la mentira y la represión.
No sos mejor escritor porque te digan que sos el mejor ni porque haya otros peores.
Sos escritor, sos las palabras.
Sos el alarido que no nace del grito sino del poema o a veces, sólo a veces, del párrafo, la oración inconclusa sobre la balsa de náufragos a la deriva en el mar de una novela.
Sos la intención de hablar de los infiernos cuando la felicidad te abruma.

martes, julio 10, 2012

PERIODISMO Y MILITANCIA


Un amigo mexicano me dice que tal vez Sanjuana Martínez deba llamarse a silencio, ya que muchos periodistas han sido asesinados en México. Le manifiesto mi deseo de que no suceda, de que entre todos quienes conocemos y apreciamos la tarea de Sanjuana deberíamos evitar que eso ocurra, simplemente porque sus lectores, que son muchos, la necesitan.
Pero me quedo pensando en que lo mío es apenas una expresión de deseos. No tenemos derecho a inducir a nadie a convertirse en mártir de ninguna profesión. Por importante que sea develar la verdad, denunciar negociados, corruptela, crímenes. Debe haber maneras de hacerlo sin jugarse la vida en el intento.
Es un lugar común afirmar que la vida es a riesgo puro. Pero convengamos en que, aunque la profesión periodística esté sujeta a menudo a presiones y hasta amenazas, no sirve inmolarse.

Pienso en Walsh, es inevitable. Lo veo redactando su “Carta abierta a la junta militar” a modo de testamento ético. Walsh era un militante revolucionario y tuvo que saber que salía a dar una batalla que la dictadura ya tenía ganada. No sé si intentó ponerse a salvo –a lo mejor alguien que haya leído o investigado sobre esas horas posteriores a la publicación de la carta pueda decirlo.
Pero Walsh era además y sobre todo, un periodista. El acto de la escritura de su carta abierta a la dictadura lo encontró solo. ¿O alguien estuvo con él para alentarlo o disuadirlo, o simplemente acompañarlo?

El estado mexicano es una democracia. Sin embargo, bajo Felipe Calderón los asesinados y desaparecidos ya suman más que las víctimas de la dictadura argentina de 1976. La espiral de violencia creció hasta volverse insoportable durante la gestión de Calderón que ahora termina. Analistas políticos interpretan que el triunfo del PRI tiene que ver con que sus votantes identifican a ese partido como el único que puede “convivir” con el narcoterrorismo y apaciguar tanto sangriento descontrol.
¿Pero qué acuerdos espurios maneja el PRI para evitar que el narco siga matando a mansalva, qué códigos, qué precios pagaría y ha pagado ya bajo su administración de décadas?
Los que fueran, sólo garantizan –o pretenden hacerlo- un orden basado en la impunidad de una metástasis que afecta al cuerpo de sociedades del llamado primer mundo, cuyo liderazgo en consumo de drogas ejercen los Estados Unidos.
Cualquiera que se acerque un poco al “problema mexicano” –como hipócritamente se lo califica-, advertirá que si hay un combate que debe darse, que podría tener alguna posibilidad de éxito, ese combate es político. Por eso se había despertado una saludable expectativa de cambio mientras López Obrador parecía tener chance de suceder al PAN. Pero el PRI ganó por una diferencia que el fraude, si se comprueba, difícilmente pueda zanjar.

En estos dos últimos días, toda nuestra solidaridad estuvo con Sanjuana Martínez, que vivió una breve, intensa pesadilla, sometida al arbitrario “castigo” de una jueza corrupta.
La pregunta que deberíamos hacernos –que me hago hoy, a modo personal- es si no estaremos equivocándonos al alentar a la querida Sanjuana a seguir su lucha. Me pregunto además si estoy usando el término correcto, si la palabra lucha no es en sí misma una desmesura cuando la profesión periodística no es la guerra. Para eso están los soldados. Un diario no es un ejército, un canal de TV no es un portaviones desde el que despegan aviones de combate, una radio no es un bombardero sobrevolando objetivos militares.
A menudo la grandilocuencia desvirtúa aquello que pretende engrandecer. El periodismo no es “un sacerdocio” ni una cuestión militante, aunque el debate hoy esté abierto –y legítimamente- en la Argentina. La militancia es otra cosa e implica un grado de entrega y un compromiso personal cuyos límites sólo estarán dados por la vocación y el coraje de sus protagonistas. El periodismo es un trabajo –y en la mayoría de los casos, asalariado. A nadie se le ocurriría exigirle vocación y coraje a un obrero metalúrgico o a un minero: sus luchas colectivas se libran para obtener reivindicaciones laborales concretas. Y aún cuando esas luchas alcancen a ser políticas o hasta revolucionarias, no se libran en soledad aunque haya líderes. Sencillamente porque entre los proletarios hay clara conciencia de que sólo unidos y entre todos es posible enfrentar a las patronales, lograr reivindicaciones o alguna clase de liberación política y social.
¿Por qué pedirle a un periodista que se juegue la vida? ¿Por qué inducirlo a que lo haga, si sabemos de la soledad y de la frecuente indefensión en la que desempeña su trabajo?
Preguntas, nada más. Interrogantes que se me plantean ante el “caso” de la querida Sanjuana Martínez.

lunes, julio 09, 2012

"LA TRAMA ES LA DEBILIDAD DEL ESCRITOR"


Programa televisivo de cultura, TV pública, autor nuevo al que se presenta como a “un gran escritor”. El presentador aclara eso: que se trata de un gran escritor, no como el resto de nosotros, los pequeños o medianos.
El autor nuevo acusa ya 40 pirulos y lo(se) definen como continuador (¿o superador?) de la obra de Saer, o ya que estamos de Faulkner. Su principal mérito –que no es poco- parece ser no contar historias: “La trama es la debilidad del escritor”, afirma, sueltísimo.
Acaba de publicar una tercera novela que el presentador exhibe ante cámaras. Por su grosor, no supera las cien páginas, lo cual puede remitir a Rulfo o al manual de uso de un artefacto made in China.
El mismo presentador recuerda que para narrar (¿) una sencilla caminata desde un lugar a otro, Saer se toma veinte páginas, “porque lo que importa es la prosa, no lo que se cuenta”. El gran escritor está de acuerdo, él haría lo mismo –supone el espectador, ya al borde del colapso catatónico-, por lo que cabe deducir que las cien o menos páginas de la tercera gran novela del gran escritor narran eso, la caminata de un lugar a otro que está ahí nomás, a pocos metros.
Para colmo ha pasado ya la medianoche y Valería Lynch acaba de demoler al espectador con su versión chillona del himno nacional.