Mambo está alzado. Pero no tiene mina y, además, tiene hambre. Entra en el autoservicio como ladrón de bancos del farwest: jansap, dos salamines y un tetra de tinto o te quemo, coreano de mierda. El de la caja lo mira ofendido: no soy coreano, soy japonés. Dame lo que te pedí, japo –lo ponen nervioso los amarillos, resabio del cine yanqui de su infancia. Y una buena hembra.
El nuevo pedido agota la paciencia del comerciante: esto no prostíbulo, grita, anaranjado (amarillo más rojo) de ira, esto no prostíbulo. Desarma y corre al asaltante con una escoba que tiene de oferta a dieciocho pesos. Mambo sale trastabillando y, ya en la calle, siente dos golpes en la cabeza: son los salamines que había pedido. Hay que reconocerle buena puntería al oriental.
El nuevo pedido agota la paciencia del comerciante: esto no prostíbulo, grita, anaranjado (amarillo más rojo) de ira, esto no prostíbulo. Desarma y corre al asaltante con una escoba que tiene de oferta a dieciocho pesos. Mambo sale trastabillando y, ya en la calle, siente dos golpes en la cabeza: son los salamines que había pedido. Hay que reconocerle buena puntería al oriental.
¿Y el tetra? –grita, legítimamente furioso: -¡Con qué bajo los salamines, chino ladrón!
A mi edad la cintura ya no da para hacer pastones.
ResponderEliminarPa'politico No, no me da la cara pa'mentir.
Pa'Chorro no me dan las gambas pa'rajar.
Pa'Banquero(no bancario) no me da el fisicdurol.
Pa'Escritor uso solamente el dedo mayor pa'teclear.
Lamentablemente voy a tener que seguir de electricista de industria, es lo que mejor me sale en los ultimos 40 pirulos.
Abrazos y buena cena en baires con el Sopeto.
Chau Rodolfo
No lo dejes calumniar a las carnes criollas.
ResponderEliminarAbrazo.