lunes, febrero 09, 2009

RIVER PLATE (plate, no "pleit"...)

LABRUNA, EL ANGELITO

Qué karma, ser de Ríver.
Mi viejo era de Ríver, tenía platea, usaba sombrero, era un tipazo entrando en la cancha, el maradona de la platea de socios.
Conocí la tribuna, “la popular”, con los amigos, cuando me independicé de mi viejo, aunque nunca me convenció mirar desde tan lejos, me distraía, me olvidaba del juego, el rugido del gol siempre me sorprendía papando moscas.
Hoy Ríver está en decadencia, salió último durante el Apertura. Suerte, para mi viejo, ya no tener su platea y estar mirando otro partido.
Por su sombrero, que se quitaba para saludar a las vecinas del barrio, su calvicie –que heredamos, como otros heredan latifundios- y este karma, no puedo sino seguir siendo de Ríver aunque no me importe ya el fútbol profesional.
Pero atenti porque una vez, hace un siglo, cuando yo era pibe, Ríver salió campeón. Habíamos ido a la cancha con mi viejo, el estadio entero cantaba rivercampeoooón con la música de la marcha peronista, que estaba prohibida –a Perón no podía ni mentárselo: caca, pis, lavate la boca-.
Volvimos a casa y entré cantando la marchita, mi viejo, que era antiperonista, no me había dicho nada, me dejó cantar y cantar, era más de Ríver que gorila, el viejo.
Mi vieja, no: me hizo callar. Te pueden llevar preso, me dijo.
Me asusté, claro –preso a los once años, carajo, ya por entonces no me gustaban los vigilantes-, pero seguí cantando hasta que mi vieja amenazó con pasar a la acción directa y darme vuelta la cara de un sopapo.
Dejé de cantar, ya medio afónico.
Pero esa noche, mi viejo se sentó a la mesa y comió callado, con el sombrero puesto. Como si todavía hubiera estado en la cancha, mirando ganar a Ríver.

2 comentarios:

  1. Hermoso relato, me lleva a la infancia, a las anécdotas cotidianas, a los momentos que uno comparte más allá de las ideologías. La prohibición de dicha marcha que con miedo alguna vez canté y recibi amonestaciones y penitencias junto a la pasión futbolera que en el momento del juego iguala a las clases.
    Aunque hincha de Boca a la médula disfruté la crónica
    Maria Jose Bozzone

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  2. Gracias por tu comentario. Lamento lo de ser de Boca, no sé qué tiene ese equipo que "se queda" hasta con mis mejores amigos.

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