skip to main |
skip to sidebar
GRADUADO
No he matado por placer sino por ver morir -dice el acusado que quiso ser obstetra, ver y ayudar a nacer. Pero en la facultad de medicina son tan estrictos.
Seis veces mató para ver morir y la condena, en juicio por jurados, es a muerte. Garrote vil frente a un espejo -sentencia el juez-, para que asistas a tu propia muerte.
Va sonriente, el día de la ejecución, y no deja de sonreír mientras le quitan de a poco el aire y rompen uno por uno los huesos de su tráquea.
No pueden quitarle al cadáver esa jactanciosa sonrisa de los graduados, los que aprueban al fin sus exámenes finales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario