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LA PESTE
La fiebre chancha ha dado pasto a las fieras. Antes, por aquí, el mosquito dengue. O la llamada "inseguridad", con la que el periodismo berreta chorrea sangre durante las 24 horas. Pestes, acoso del delito, más pestes. Y por encima, en la estratósfera financiera, los chorros de guante blanco y notebooks disparando fuego a discreción: quiebras, vaciamientos, despidos masivos.
El miedo tiene ciudadanía global. La orden -esquiusmi, el consejo- es quedarse en casa, atrancar, desconfiar hasta de la abuelita que podría ser el lobo disfrazado.
Desafiando los respectivos "toques de queda", sindicatos y organizaciones populares ganan las calles. No tienen nada a qué temer ni nada que perder, están contagiados. O sea apestados. Por los despidos, por las intimidaciones, por la marginalidad a que los condenó hace rato la bonanza que nunca acabaría. La parte sana de la población mundial espía por los monitores, los mira con desconfianza y temor. ¿Hasta cuándo, se preguntan, la peste?
Anónimo dijo...
ResponderEliminarFlaco lei tu nota en el blog del sopeto, me parece se te fue la mano... El Buen dia del final sono muy Seco. Ja¡
Por suerte quedamos algunos con memoria y tus dedos pueden expresarla. Gracias R.
4 de mayo de 2009 16:18
Anónimo dijo...
Fui acomprar Retrato... y la empleada me cuenta que la gente pregunta por el manuscrito encontrado de Cortazar, es evidente que si no sos un tomuer famosiento no tenes broli. Chau. R.
4 de mayo de 2009 16:22
Guillermo dijo...
Y los vivos acomodados con el sistema. Yo la compré en el Ateneo del trocen porteño, cierto que estaba escondida en un anaquel. El hijoputismo editorial y de las distribuidoras no tiene fronteras. Pero RA es RA, bien argentino.
Lo de "buenos días" es porque me eduqué en colegio inglés, debí decir "good morning".
Abrazo.
4 de mayo de 2009 17:03