jueves, enero 15, 2009

BOLIVIA

Bolivia es un país encerrado. Una guerra impulsada por el imperialismo la privó hace un siglo de su salida al mar. Bolivia es quizás, después de Haití, el país más pobre de América. Y "para colmo", tiene hoy un presidente indígena, un tal Evo Morales, al que los blancos ricos del Oriente boliviano quieren asesinar y, antes o después, segregarse de la Bolivia ancestral.
La noticia no es ésa, la noticia es que, amenazado, acosado por sublevaciones salvajes de los racistas, el gobierno indígena de Evo ha logrado erradicar el analfabetismo.
En tres años, venciendo descalificaciones y agravios de todo calibre, afirmándose en la recuperación de sus recursos naturales, Evo y su gente lo han logrado.
Bolivia limita con Brasil, el país más rico y poderoso de la región, gobernado hoy por el PT de Lula. Un informe oficial brasileño indica que pese a que Brasil consiguió reducir el índice de analfabetismo desde el 15,9 por ciento en 1997 hasta el 10,5 por ciento en 2007, la tasa continúa siendo una de las peores de América Latina.
En cualquier caso, también el gobierno brasileño lucha denodadamente contra la ignorancia y la pobreza. Pero vale destacar los resultados de una gestión que, como la de Evo Morales, sólo es citada en la prensa internacional cuando Bolivia recupera la explotación del gas natural o cuando sus cerriles opositores avanzan en sus proyectos de segregación.

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