La Argentina es un país carnívoro. En un sentido, lo que afirmo es una obviedad: abundan las vacas, aunque los ganaderos amenacen siempre con su extinción si no obtienen por ellas mejores precios y minga de impuestos; la gente come más y mejor carne que en ningún otro país. No sé si esto está bien, si es justo o sano, pero el homenaje nacional es el asado y los vegetarianos son marcianos que bajaron en el lugar de la Tierra equivocado.
Pero además -y esto sí que es insano, injusto, depredador de su propia cultura- se come crudos a sus talentos científicos, artísticos, culturales, en suma.
Ya les iré contando, con tiempo y serenidad, de los deliciosos bocadillos que se ha tragado el monstruo, sin dar muestras de indigestión o arrepentimiento alguno.
El poder de la imaginación
Hace 3 días
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