miércoles, abril 13, 2011

EL DESPRECIO

Gracias a la televisión, tan denostada, sabemos lo que antes apenas intuíamos: que puesta frente a una cámara con micrófono la gente –todos, vos y yo, y acaso la vecina- habla mucho más de lo que no sabe que de aquello de lo que, con las limitaciones de cada caso, se ha informado.

Temas y personas desconocidos son abordados al pasar, con la naturalidad y hasta el afecto que deberíamos dispensar a quienes esperan o necesitan algo de nosotros.

De los temas, que cada borrico se haga cargo. De las personas, queda claro que es más fácil querer a quien no nos conoce que a aquellos que, conociéndonos o por lo menos creyéndolo así, podrían no correspondernos.

Tal vez suceda esto –si efectivamente sucede- porque será más fácil luego rechazar a quien nunca nos ha aceptado que hacernos cargo de nuestro desprecio.

Y no me vengan con que demasiada tele y que hoy desayuné con ginebra.

sábado, abril 09, 2011

PINK FLOYD, MUNCH, ZAPATERO

Aburrimiento post alimenticio, molicie digestiva –finalmente indigesta-, caigo a menudo, frente al televisor, en el programa “24 Horas” de la Televisión Española.

Anoche, un gurucito financiero, sometido al interrogatorio de un grupo de periodistas. El tipejo, dando cátedra de lo que espera a las naciones que no cumplan con el ajuste. Y cuando se habla de “naciones”, se habla de los pueblos, de la gente del común, de los “parados” y de los que todavía andan.

Temerosos, los periodistas le preguntan al tipejo si a España le podría pasar lo que a Grecia y a Portugal. Responde el tipejo y hace lo suyo, en anteriores declaraciones, la vicejefa o algo así del gobierno “socialista”. “Nooooooooooooo, a España noooooooo…”

Me causa gracia, tristeza, abulia y al final la indignación amenaza convertirse en la furia de Pink Floyd contra el sistema opresor. Porque España –sus intelectuales, sus dirigentes, sus políticos de izquierda si los hay- no acaban de ver la pata de la sota. Hay quien habla, con buenas intenciones, del ejemplo de Islandia, y de que España debería seguirlo. Pero España no es un pequeño país de cazadores de ballenas sino una nación compleja, diversa, en permanente ebullición y rebeldía. España es América latina, es África y a veces también es Europa, pero no la Europa maloliente que aceptó sin demasiados traumas sicológicos posteriores la invasión nazi y la redención yanqui sino que supo luchar por mejores sistemas de producción y convivencia que este capitalismo nuclear que, si estalló hace un par de años en el reactor de Lehman Brothers, ya venía perdiendo uranio y agua pesada en las reiteradas y recurrentes crisis de América latina.

Tal vez la necesidad de sentirse europeos esté demorando un sinceramiento en la mirada de España frente al espejo.

Pero ojo, cuidado, atenti con la crisis de Pink Floyd, con el grito de Munch, con el alarido de las víctimas.

Dejen de preguntarle al verdugo cómo prefiere ejecutarlos.

viernes, abril 08, 2011

ESPEJOS

Que el poder opera diariamente sobre la información que recibimos a través de los medios de prensa no es un descubrimiento. El antiguo “divide y reinarás” rige hasta en materia a veces tan inasible como las noticias con la que nos bombardean diarios, revistas y medios electrónicos.

Así, la crisis que actualmente vive Europa –y que padecen especialmente países como Portugal, Grecia o España- es presentada de muchas maneras diferentes, pero poco o nada se la vincula con los modos de extorsión con los que el sistema financiero internacional –la rama operativa del capitalismo- mantiene sus prerrogativas y se preserva.

El enorme desarrollo experimentado por Europa luego de finalizada la segunda guerra mundial, y particularmente una vez superada la crisis petrolera de la década del ´70, favoreció este ocultamiento y ayudó a disfrazar el hecho criminal que en su momento denunciaron –haciendo punta en el análisis- intelectuales de la talla del brasileño Darcy Ribeiro.

El desarrollo desigual y permanente está en el origen de la configuración productiva y del crecimiento malformado, tanto como un virus o bacteria en el contagio de una enfermedad física. Sin la miseria extrema a la que fueron sometidas las naciones colonizadas –a través de la exacción de materias primas no renovables y de la implantación de poderes políticos advenedizos y cómplices-, no habría sido posible la opulencia que en las últimas décadas impresiona a cualquier extranjero que llega a Europa.

Construida sobre mitos fundacionales y ocultamientos seculares, la presunta superioridad del colonizador blanco sobre sus colonizados prendió con fuerza en la educación de las masas. El bombardeo cultural de una industria del espectáculo con sede indiscutida en Hollywood hizo el resto, al extremo de que muchos intelectuales discuten aún hoy sobre la presunta condición de “guerra justa” atribuida a la invasión de Libia.

Darcy Ribeiro comprometió su talento y todo su esfuerzo vital en “deseducar” y reeducar con valores en los que los pueblos sometidos pudieran reconocerse en su libertad original y comenzaran, a través del conocimiento y de una educación integrada, a recuperar su arrebatada dignidad.

Es bueno recordarlo y, en su figura, a tantos trabajadores de la cultura que no se conforman con lo aprendido en universidades y academias, y salen en busca de las viejas verdades del hombre, las que le permitieron sobreponerse a su propia condición y elevarse por sobre sus limitaciones antropológicas.

Darcy Ribeiro murió en 1997. Sociólogo, educador y novelista, su vida es parte del legado revolucionario de la América latina en el que los intelectuales europeos podrían empezar a reconocerse.

sábado, abril 02, 2011

¿QUÉ CELEBRAMOS? - II

Escribí, en julio de 1982, que Malvinas fue "una guerra de expiación". En ella, gran parte de la sociedad argentina y la junta militar intentaron limpiar los crímenes cometidos y tolerados por una mayoría -y aplaudidos por una nutrida minoría- con una acción militar que aprovechó el sentimiento anticolonialista que aprendemos desde pibes. Era difícil en esos días, muy difícil, oponerse a la "recuperación" en medio de la publicidad triunfalista de los medios y de una locura que había ganado a grandes masas -el apoyo a Galtieri en Plaza de Mayo no fue organizado por Fuerza Bruta-. Para dibujar con trazo aún más grueso el mamarracho, era año de Mundial -en España-. La derrota de la selección de fútbol y la sensata rendición de las islas por parte de su "gobernador militar" Menéndez acabaron con ese triunfalismo y la junta entró en su eclipse.

Pasaría todavía más de un año hasta la convocatoria a elecciones generales y un intento de auto exculparse por parte de los militares que la democracia derogó de inmediato -gobierno de Alfonsín, el tan criticado luego por las leyes de punto final y obediencia debida, que debió soportar una sucesión de intentonas militares y de paros generales durante su acosado mandato.

Todo es y será historia. Creo que los pibes tienen que conocerla, estudiarla, razonarla, opinar con la mayor libertad a la que podemos aspirar, un ejercicio que no puede instrumentarse si no se cuenta con toda la información.

No hubo "militares buenos" y "militares malos", sino que las fuerzas armadas fueron tradicionalmente la herramienta de los golpistas en América latina y en nuestro país. La masacre iniciada con toda la furia en 1976 contó con asesoramiento y planificación extranjera -Estados Unidos, desde su Escuela de las Américas, la acción de la diplomacia yanqui por la cual Henry Kissinger recibiría el "Premio Nobel de la Paz", el mismo que hace poco le dieron a Obama. Y también hubo asesoramiento de Francia, que era una potencia colonial experta en contrainsurgencia y que había actuado en Argelia con la misma ferocidad con la que actuó aquí la junta militar, aunque con la diferencia de que Francia lo hacía fuera de sus fronteras -lo que por supuesto no los disculpa: sólo pone en contexto la acción de unos y otros.

Muchos de los "héroes de Malvinas" que perdonó Alfonsín en 1986 fueron represores y torturadores de civiles. Y de soldados en las islas, a los que estaqueaban en pleno invierno austral.

Recién a partir de la rendición incondicional, los soldados argentinos tuvieron acceso a cobijo y comida caliente, y a un trato humanitario. Por parte de los ingleses, claro.

¿Qué celebramos?

¿QUÉ CELEBRAMOS?

El 2 de abril de 1982 los militares argentinos cumplieron un viejo sueño castrense-nacionalista: recuperar Malvinas –o invadir las Falklands, según la visión al otro lado.

Una aventura militar emprendida por la más feroz dictadura de la historia argentina, que buscó así legitimar su poder, luego del fracaso de su intento de guerra con Chile, en 1978.

Más de mil muertos: por hambre y congelamiento en las islas, como consecuencia de hundimiento del crucero General Belgrano, caídos en combate y por mano propia en los centenares de suicidios que sucedieron durante muchos años después de acabado el breve conflicto de dos meses y medio.

Las Malvinas siguen siendo Falkland y hoy es feriado nacional.

¿Qué celebramos?

viernes, abril 01, 2011

NI TAL VEZ EL AMOR

El hombre toca el piano y canta en los bares. Es su modo de vida, desde que lo echaron de la filarmónica por llegar borracho a los ensayos. Ha dejado de beber pero toca y canta en los bares mientras ve beber a los demás.

No extraña la bebida, sin embargo, sino el humo. Ni siquiera el tabaco, porque nunca fumó, pero sí el humo. El humo que alivia los contrastes, que desdibuja las siluetas, que vuelve bello lo apenas imperceptible. Como la mujer que esta noche lo mira, lo oye, aunque parezca tan lejana. Extrañando, tal vez, está ahí.

A ella entonces la canción, a ella sin nombre, a ella sin otra distancia que la posibilidad de rozar su piel cuando acabe este tema.

Toca y canta, y ella se desdibuja, va perdiendo nitidez, se vuelve cada vez más un borrón sin cuenta nueva, un trazo evanescente y finalmente nada.

Acaba el tema, el hombre que alguna vez tocó en la filarmónica y que hoy se gana la vida en los bares. Bebe de un solo trago un vaso de agua tibia, se levanta y encara hacia la mesa ya vacía.

No extraña el alcohol, ni el tabaco ni tal vez el amor.

Pero el humo.