viernes, agosto 28, 2009

OTRO GALLO CANTA




“Un plan sistemático y preconcebido de exterminio de oponentes políticos a través de asesinatos masivos, torturas, exilio y desapariciones forzadas”. Ese fue el motivo expresado en España por el juez Baltasar Garzón para ordenar la apertura de diecinueve fosas comunes, levantando una polémica que reflejaron los medios de prensa de todo el mundo. Pero desde bastante antes de esta polvareda, un escritor casi en solitario se ha dedicado con fervor y talento a reabrir ese pasado.
“Caballeros de la muerte” y “La última fosa” son dos de sus obras que regresaron a un período del que tengo entendido que poco y nada se habló en la España democrática: el de la posguerra civil. Fueron diez años de operaciones conjuntas de represión a los focos de resistencia antifranquista en bosques y montañas, diez años de terrorismo de estado cuando esta categoría no formaba parte del vocabulario de los derechos humanos. Durante esa década oscura, decenas de miles de españoles fueron víctimas silenciadas de la consolidación del fascismo en una nación que, antes de la Segunda Guerra, había luchado hasta la última gota de sangre para desterrarlo.
La reciente novela de Alejandro Gallo, “Operación Exterminio”, aborda esa etapa y centra su desarrollo narrativo en el plan diseñado por el poder franquista para acabar con la resistencia, protagonizada en Asturias por hombres y mujeres de los pueblos mineros, combatientes de un coraje y una determinación excepcionales, cuya conducta resulta difícil comprender si se aborda esa etapa con los valores mayoritariamente vigentes en la actualidad, el egoísmo institucionalizado, el “no te metás” de una sociedad autocomplaciente que, al abrigo de una situación privilegiada, cree que el pasado sólo debe ser abordado por académicos descafeinados.
La Operación Exterminio comenzó a implementarse tras los muros de la prisión de Carabanchel y extendió luego sus tentáculos a las montañas y valles asturianos. La novela de Gallo se detiene en la urdimbre del plan y, en paralelo, narra el acercamiento de su protagonista, la adolescente Libertad, al combate clandestino contra la dictadura. Tomando la voz de la niña, abre el abanico narrativo a otras voces tan importantes como las protagónicas y permite que el lector se adentre en la biografía de un médico republicano, al que la posibilidad de seguir luchando rescata del alcoholismo y enfrenta, de paso, con sus fantasmas personales.
El amor, la pena, el desgarramiento pero también la alegría de Libertad condimentan luminosamente la novela de Gallo, mientras crece el plan siniestro y, con él, “don Carlos”, un infiltrado por Falange en las filas de la resistencia, cuya heterodoxia alimenta los recelos del coronel Blanco Novo contra el personaje y contra la Falange, responsable intelectual de la ofensiva. En la orilla opuesta se atrincheran Manuel Díaz –Caxigal- y sus compañeros de armas, entre los que milita el que será el amor de Libertad y cuya relación, por lo intensa y condenada, remite por momentos al Hemingway de “Por quién doblan las campanas”.
Cruzada por la esperanza y la decepción, la epopeya narrada por Alejandro Gallo se erige en uno de los testimonios más vibrantes de aquella etapa que reivindica la empedernida lucha del pueblo español contra el fascismo. Lo hace con un firme pulso narrativo, sin dar respiro al lector, conduciéndolo hacia un final que, no por conocido en las crónicas y manuales de la historia, pierde su sazón e impulsa a ir de página en página acompañando la peripecia de un combate tan desigual como heroico.
A menudo se asocian los cuarenta años de franquismo con la opresión y el conformismo. Con recursos narrativos impecables, Gallo nos muestra el verdadero rostro de la España que sucedió a la derrota de la República, tan alejado de los estereotipos turísticos y folclóricos con los que el régimen supo presentarse ante el mundo.
Asistimos además, y esto es una recompensa literaria, a unas aproximaciones a la geografía y los aromas de una Asturias que el autor describe con economía de recursos y precisión de estilo.
En los montes de toda España lucharon los maquis. La inevitable derrota, potenciada por la indiferencia de las potencias triunfadoras contra el nazismo, acabaría por conducirlos al exilio o a la muerte, sellaría los destinos de tantos valientes y condenaría a España a décadas de opresión y atraso. Pero la sólida voz narrativa de Gallo nos advierte que la lucha no ha sido en vano: “Hoy, las calles y avenidas de infinidad de pueblos y ciudades llevan sus nombres (los de los combatientes). De sus delatores, captores, juzgadores y verdugos no se acuerda ni el silencio”, dice el autor. Y agregamos: cada lector de “Operación Exterminio” se transforma, merced al arte narrativo de Alejandro Gallo, en un conmovido testigo de las mejores luchas del pueblo español en defensa de su libertad.
Reza la canción republicana:
Cuando canta un gallo negro es que ya se acaba el día; si cantara un gallo rojo, otro gallo cantaría.
En este libro, que con fervor recomiendo, otro gallo canta.
"Operación Exterminio"
Ediciones B - Colección La Trama - 442 págs.

1 comentario:

  1. No tiene nada que ver, pero dice el refrán "Cuando el español canta, algo tiene en la garganta".

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