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PREGUNTAS NO METAFÍSICAS SOBRE LA MUERTE
Las acciones terroristas de ETA, en España, suenan como bofetadas en el rostro de una nación civilizada y progresista -tan entrañable y admirada por los argentinos-, citada como ejemplo de las transiciones democráticas que suceden a las dictaduras.
¿Por qué ETA no desaparece? ¿Por qué, aunque arresten a varios o muchos de sus miembros, aunque caigan cada tanto dirigentes importantes, sigue matando?
¿Quiénes apoyan a ETA, quiénes le dan el mínimo oxígeno político? ¿Es ETA "un problema que deben solucionar los vascos", como dicen algunos? ETA no parece hacer distingos geográficos, a la hora de asesinar en territorio español.
Si fuera sólo una "banda armada", como se la menciona en la prensa, habría sido desarmada hace tiempo y sus integrantes, los responsables políticos y los ejecutores de tanta masacre, estarían presos hasta el último día de sus vidas.
Insisto en mi pregunta, que es sólo eso, un interrogante formulado desde lejos: ¿quién protege a ETA, en qué subsuelos de la sociedad respiran, de qué resentimientos se nutren, por qué se reproduce como un tumor tan localizado como maligno? ¿En qué coinciden, confluyen o entran en contacto el "nacionalismo vasco" y la gestión homicida de ETA?
Es casi imposible prever dónde atacará de nuevo una organización terrorista cuyo modo operativo consta de explosiones por doquier y de asesinatos por la espalda, imposible anticipar cuántas víctimas provocará su demencial accionar. Pero si alguna vez cayeran de verdad todos sus integrantes y sus dirigentes, si careciera de alguna clase de respaldo o tolerancia política, ETA debería desaparecer.
No parece ser eso lo que está sucediendo.
La cuestión es que durante mucho tiempo los políticos españoles han utilizado el terrorismo como arma política, jamás ha habido unidad. En un momento o en otro, un partido u otro creían que podían negociar con los terroristas y convertirse así en los "solucionadores" del problema. Pero esto es sólo un episodio de antes de ayer.
ResponderEliminarEl origen está en la pésima gestión que se hizo del proceso autonómico durante la llamada Transición. Ahí estaban todos a apuntarse a quién era el más autonomista. Se pusieron en marcha estatutos de autonomía en todas las regiones, toda la clase política se hizo la comprensiva con las "legítimas aspiraciones de vascos y catalanes (ahora también de gallegos, valencianos, baleares, etc.)". Estas aspiraciones estuvieron a punto de dar con un separatismo de facto justo antes de la guerra civil. Antes, como ahora, este llamado problema es sólo cuestión de políticos y para políticos, la prueba está en los resultados electorales actuales. Sí es cierto que la dejadez del Estado al pensar que el tiempo resolvería el problema, no ha hecho sino agrandarlo. No es posible que las regiones dispongan de competencias exclusivas en materia de educación, con lo que han exacerbado el nacionalismo en las nuevas generaciones, y hoy por ejemplo en Cataluña no es posible encontrar ni un solo centro educativo que imparta en castellano, esta lengua a lo más se da un par de horas a la semana, como el inglés o el francés (o menos). En el País Vasco no ha ocurrido esto porque sencillamente la población habla mayoritariamente el castellano y el vasco se considera, con razón, no operativo. Pero esto fue antes antes de ayer.
La raíz de to creo que está en las continuas "comprensiones" de la izquierda antifranquista que veía en la ETA la respuesta que ellos no eran capaces de dar a Franco. Alimentaron al monstruo pensando que un día podrían domeñarlo, pero el mosntruo creció y se multiplicó entre los sectores más jóvenes y radicales.
El que ETA siga existiendo es sólo responsabilidad de los políticos, unos por dejación más o menos intermitente (PSOE, PP) a pesar de que el mensaje haya sido siempre beligerante (cuentos), otros por comprensión (PNV, que decía que era necesario que unos agitaran el árbol, la ETA, para que otros recogieran las nueces, los políticos nacionalistas autodenominados moderados); otros, por cobardía impropia de partidos de izquierda que siempre fueron estatalistas (IU-PCE) e internacionalistas y que ahora son más separatistas que nadie.
Un poco cogido con hilvanes y bastante apresurado, pero así creemos muchos que es.
Gracias por tu comentario. Sé que es un tema áspero para debatir, pero sospecho que si no se lo hace, "el monstruo", como acertadamente lo llamas, seguirá reproduciéndose.
ResponderEliminarUsted me desorienta, amigo. Vengo a buscar a Mambo y me lo ha escondido. A cambio, encuentro esta interesante reflexión sobre ETA (suya) y sobre el nacionalismo/'autonomismo' (de revertiano).
ResponderEliminarMi pregunta es: si en Euskadi o Cataluña hay una reclamación de más soberanía, mucha más, si la población elige a aquellos políticos que presentan los programas escolares donde desaparece el castellano (como bien afirma r.), ¿qué debemos hacer? ¿Imponer lo contrario?
ETA, no obstante es otra cosa. Sólo puede explicar su pervivencia la larga estancia en el poder del PNV y su 'ideario'. ¿Con la ayuda del PP y el PSOE a veces? Sí, más o menos.
Pero merece la pena un paseo por las tierras vascas para ver (sólo lejanísimamente) qué opina la población. Es un ejercicio difícil y yo diría que incluso doloroso.
Lo de ETA es como el loco escondido en el altillo, parece ser la propia familia la que lo alimenta y lo encierra.
ResponderEliminarEn cuanto a Mambo, ya vuelve, sólo fue al baño pero regresa en versión integral y doblada al castellano, al español, al porteño.
Y mañana o pasado, poeta en Buenos Aires.
Son reflexiones interesantes las de Fallarás. Sí, es cierto que el votante se decanta por esos partidos que defienden las medidas citadas... pero dentro del mayor de los inconstitucionalismos. No sé si será usted español, si lo fuera sabría que aquí la Constitución se vulnera un día sí y otro también. La Constitución garantiza "el deber de conocer el español o castellano y el derecho a usarlo", pero las autoridades autonómicas multan a quien rotula sus negocios en español, y es imposible aprenderlo como lengua vehicular en ningún centro público. Por cierto, a Zapatero, entrevistado al respecto, le parece bien que se multe por ese motivo (!!!!), y es presidente del Gobierno ¡Español!
ResponderEliminarPor otro lado, se han aprobado las reformas de estatutos como el catalán, que también conculcan la Constitución en numerosos puntos y que actualmente está recurrido en el Tribunal Constitucional ¡desde hace dos años! y el Poder Judicial no se atreve a decidir. Todo esto es un escándalo.
No quiero monopolizar y me disculpo por ello, pero esto es una situación patética propiciada por unos políticos absolutamente fuera de onda, o menor, que viven en su propia onda y arrastran a la realidad a dicha onda forzando la situación contra toda lógica.
Un saludo, encantado de debatir.
No soy español, soy argentino. Aquí se habla castellano, influido en algunas palabras por el italiano -lo que en su momento dio origen a una suerte de dialecto que hablaban los inmigrantes, el "cocoliche"-. También las comunidades originarias hablan sus propias lenguas -el guaraní es la más difundida, seguida tal vez del quechua-, algunos de cuyos significados se han trasfundido a lo largo del tiempo a nuestro castellano.
ResponderEliminarEl lenguaje nos une, no tiene sentido oponerse la diversidad porque enriquece nuestra manera de expresarnos, y esto vale tanto, creo, para el castellano como para las lenguas autonómicas. No veo bien que se excluyan las herramientas expresivas, podemos expresarnos cabal y bellamente de mil modos, el habla es nuestra música y no debemos limitarnos. Pero insisto en que un lenguaje común es demasiado importante como para que lo degrademos o abandonemos.
Es más complicado. Hablo de la situación en Cataluña, que es la mía. La educación de los críos se lleva acabo sólo en lengua catalana. No existe ninguna posibilidad de que un escolar curse sus estudios en castellano (sí en inglés, francés, alemán, italiano...) Luego hay otros ejemplos, pero el de la educación me parece el central. Una tradición socialdemócrata muy dependiente del nacionalismo llamémosle cristiano en su oposición a la derecha impide el debate. Lo impide también ese mismo nacionalismo, que durante 23 años levantó y atrincheró un clientelismo eficaz, un férreo discurso de establecimiento de "lo español" como enemigo y la construcción de una "tradición" identitaria que daría risa si no fuera tan triste. La subida de la ¿izquierda? al poder, con Maragall al frente, supuso para quienes aún guardaban alguna esperanza, un jarro de agua fría. Fue más de lo mismo y aun agravado por el temor a no resultar lo suficientemente "catalanes", demasiado "españoles" o demasiado socialistas.
ResponderEliminarNo ha habido debate en las instituciones. No ha habido debate en la sociedad. No lo habrá. Y ante eso, ¿qué? Sinceramente, largarse. Y no hablo a la ligera, es una cuestión sobre la que lamentablemente me ha tocado pensar muy a fondo. La mayoría de la población, la inmensa mayoría, se encuentra muy a gusto con ese estado de las cosas. Me parece fuera de toda lógica imponerles otro. Se acepta, hasta ue se te hinchen las pelotas, y luego te vas a otro lado.
En fin, no molesto más.
Exaltar los nacionalismos es jugar con fuego, tan peligroso como negarlos. Las sucesivas concesiones políticas desdibujan esa ya tenue frontera entre una y otra posición, la idea de nación se desdibuja. Franco murió hace ya treinta años, la transición y el progreso económico proyectaron una imagen de España que fue y es aún envidia de muchos; una eventual fragmentación arrojaría sus escombros al olvido. América latina se independizó de España hace doscientos años, comenzando una etapa apasionante y contradictoria, frustrada luego con la llamada "balcanización": guerras como la librada entre Bolivia y Paraguay, por ejemplo (la "Guerra del Chaco"), impulsada por intereses petroleros y que desangró y aisló a esos países, o antes, la llamada "Guerra de la Triple Alianza", en la que Brasil, Argentina y Uruguay convirtieron a Paraguay en un país habitado casi solamente por mujeres. Menciono esto porque sucedió, hizo posible la dominación post colonial, el hambre y sus consecuencias, el peor de los atrasos. Algo no demasiado diferente sucedería en África luego de las guerras mundiales del siglo veinte. Nuestras sociedades, todas, tienen una fuerte vocación centrífuga: las razones que se esgrimen pueden parecer buenas, en muchos casos lo son, pero librados a sus fuerzas, esos procesos acaban con mucho más de lo que construyen. Por eso necesitamos el debate, la discusión a fondo y escuchando al otro, sin descalificarlo.
ResponderEliminarAquí termino. Y una advertencia: en el pueblo donde vivo, la pasamos muy bien los tres mil habitantes, fuera los extraños con sus tonadas, acentos y costumbres raras, seremos independientes o no seremos nada -no lo somos ya ahora, pero ése es otro debate.
Magníficas disertaciones con las que no puedo por menos que estar de acuerdo.
ResponderEliminarEn cuanto a lo de que Paraguay sólo quedó casi habitado por mujeres, no lo sabía, me parece algo... ¿fantástico, mágico?, algo que sólo puede darse en esa región. Qué buen relato para García Márquez. ¡O para Guillermo Orsi!
Siempre nos quedará la Literatura, como París a Rick y Elsa en Casablanca.
El mejor "relator" del Paraguay, a mi gusto, fue Roa Bastos, quien en "Hijo de hombre" escribe una de las grandes novelas del continente que es al mismo tiempo una enorme crónica de la "Guerra del Chaco", librada entre Paraguay y Bolivia e impulsada por los intereses de las petroleras multinacionales. También el Paraguay fue devastado por la Guerra de la Triple Alianza, y por dictaduras feroces como la de Stroessner. Sus hombres fueron virtualmente aniquilados en estas guerras de exterminio, el Paraguay es una hermosa tierra habitada por un pueblo cordial y generoso como pocos. La literatura no compensa, por cierto, tanta pérdida.
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