Cortázar, Julio, el de "Rayuela", respondía desde París toda la correspondencia -y era mucha- que recibía. No había por entonces mails ni sms, sólo escribir sobre papel, guardarlo en un sobre, mojar con la lengua una estampilla y caminar hasta el correo.
Hay muchos que no son Cortázar porque Cortázar hubo uno solo, como la madre de uno. Y sin embargo -y pese a que hoy tenemos todo el andamiaje electrónico para no mover el culo de la silla frente al ordenador- los boludos no responden los correos, discriminan, se hacen lo que son: boludos.
Siempre me intrigó saber con qué argamasa construyen sus pedestales estos boludos. No con talento, porque si lo tuvieran a mano responderían. Pero no. La van de próceres, de señorones de la pluma electrónica, estos boludos.
Diría que son escritores, pero la lengua se me pone de trapo, como a los borrachos, y me sale que son boludos. A lo sumo, escriboludos.
Y pa'colmo se reproducen mas rapido que un Span.
ResponderEliminarBoludo: palabra nacional y representativa de nuestra internacionalidad.
Salud coflA. R.eldelmondongO.
Abrazo. Y mandá un poco de agua para este lado!
ResponderEliminarGuillermo
Estos escriboludos se la creen, y están más preocupados por aparentar una vida literaria y una inaccesibilidad que, según piensan, les otorga mayor prestigio. En cierto modo, me recuerda a muchos creativos de Publicidad. Sobre estos últimos, yo siempre les digo: Os llamáis creativos, porque no podéis ser creadores. Luego, viendo los spots de televisión, confirmo mi creencia.
ResponderEliminarEl de la publicidad es un mundillo que conocí bastante. Hay de todo, como en cualquier botica. Pero es cierto que muchos se la creen, sobre todo si trabajan para grandes agencias, aunque cuando los echan, porque alguna vez los echan, vuelvan a tratar de escribir poesía y digan a sus conocidos que "terminaré esa novela-río en la que he trabajado tanto". Y si el conocido es uno, te dan ganas de decirle: ma sí, ahogate.
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