martes, febrero 19, 2013

MUTACIÓN


Los escarabajos no son de mirarse mucho al espejo. Tampoco lo era el protagonista de esta breve ficción de casi medianoche.
Avanzaba torpemente sobre el sucio piso de la pensión en las afueras de Praga, cuando se vio.
No supo en ése, su inaugural alarido de espanto, que en adelante sería hombre y lo llamarían Gregor Samsa.

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