domingo, diciembre 01, 2013

No hay otras formas de decir te quiero que las que me enseñaste.
No hay manera alguna de prometer amor eterno que haber estado a tu lado.
No hay amaneceres que comulguen con la última noche parecidos al que nos encontró abrazados.

No hay otros caminos que lleven a ninguna parte capaces de despertar la necesidad de recorrerlos como seguir el rastro y la cadencia de tu andar yéndote de mí, cerrar los ojos y al abrirlos ya no verte.

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