viernes, junio 29, 2012

JUGADORES


La manipulación de los afectos es tal vez una de las conductas más perversas de que hace gala la condición humana. El homicidio en sus diversas variantes es, en la mayoría de ellas, condenado penalmente con la severidad que cada caso exige.
Pero la vida humana también está en peligro frente a un manipulador.

Como un asesino serial, el manipulador de cualquier edad, sexo y condición se esfuerza por ganarse la simpatía y empatía del grupo humano del que se rodea, despliega su seducción a la manera de la araña pero, a diferencia de aquélla, sólo deja fuera de sus telas al objeto/sujeto que habrá de devorar, al que prefiere libre como paso previo al poderoso veneno de la parálisis que provocará en su presa los fuegos cruzados de ira y reconciliación.

El acoso, el abandono, el juego simétrico del te quiero te olvido no te quiero te descubro te recupero vuelvo a quererte y te abandono ha causado estragos y sigue siendo la causa que está en el origen de personalidades destruidas, demolidas, arrasadas por la pena sin tregua de la sumisión, la culpa y el rechazo.

De ahí al suicidio hay sólo un paso, la puerta que se cierra con un estampido que tanto se parece al tiro de gracia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario