sábado, julio 14, 2012

SOS


Un escritor se construye a sí mismo destruyéndose. Desmontando en silencio todo lo que le pese como escritor, desarmándose de defensas que lo paralizan.
El elogio desmedido, el ditirambo, el ego sobrealimentado como chancho para las navidades, acaba destruyendo aquello que se propuso construir.

El tuyo no es un oficio que se lleve muy bien con los aplausos ciegos, con la corruptela de una sociedad sostenida por la mentira y la represión.
No sos mejor escritor porque te digan que sos el mejor ni porque haya otros peores.
Sos escritor, sos las palabras.
Sos el alarido que no nace del grito sino del poema o a veces, sólo a veces, del párrafo, la oración inconclusa sobre la balsa de náufragos a la deriva en el mar de una novela.
Sos la intención de hablar de los infiernos cuando la felicidad te abruma.

No hay comentarios:

Publicar un comentario