Desde hace días, muchos,
llueve como en Macondo sobre la zona en la que vivo. Como en el cuento de
Bradbury. Como en la Galicia
de “Los gozos y las sombras”, de Torrente Ballester.
Llueve.
La demasía, el exceso por el
puro placer del agua, el torrente lúdico en el que ahogarse no interrumpe la
sinfonía, los arroyos convertidos en monstruos líquidos, los ríos que hasta
ayer dibujaban escuálidos garabatos y que hoy se tienden sobre el paisaje como
sábanas mortuorias, los pájaros de almendra y tan solos los horneros que ven
deshacerse en terrones sus pequeñas casas, llueve.
No hay necesidad de pensar en
nada ni en nadie cuando llueve desde casi siempre, desde días de barro y noches
de agua.
No hay ninguna necesidad de
recordarte cuando llueve porque la lluvia si es breve refresca el alma pero al
ser así de eterna remueve las tumbas del olvido y llueve.
Como en el cuento de
Bradbury, como puede que en Macondo, como en la Galicia de los gozos y las
sombras llueve.
Y armo un barco de papel
escrito con tu letra y lo echo sin pensar ni recordarte al río de las tormentas
y las penas.
Hola Guillermo, vivo en Colón, provincia de Entre Ríos y estudié cine en la Escuela de Avellaneda, hace poco llegó a mis manos "Segunda Vida", me lo regaló mi hermana.Te escribo para felicitarte, el libro me parece maravilloso, entretenido, real, cinematográfico, agudo, bueno un montón de cosas lindas... voy a conseguir tus otros libros y quien te dice que por ahí algún día pueda dirigir alguna historia tuya... saludos y ahora te seguiré por el blog. Abrazo!
ResponderEliminarHola Nahuel, me alegra que te haya gustado la novela. Podés contactarme con mayor frecuencia en el facebook o en Tw, mi correo es
Eliminarguillerorsi@yahoo.com.ar
Un abrazo.