viernes, septiembre 02, 2011

CHAU, BUENOS AIRES


¿Hasta dónde puede llenarse la copa de champán sin que deje de ser celebratoria para convertirse en expiación?
Si al alzarla se tiñe tu mano y tu brazo con tu sangre, ¿qué tomás, por quién brindás, dónde está el amor que creíste encontrar en este cabarute misterioso, clausurado hace años pero donde la gente sigue y sigue bailando sobre la misma baldosa, haciendo firuletes sobre el filo de la eterna navaja?
Chau, Buenos Aires. Nunca te juné de tan lejos, tan clavada en tu propia sombra.

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