Una soledad desbordada en
alucinaciones se parece tanto a la locura.
Me pregunto qué buscamos
cuando hurgamos en el abismo de los asesinos, de los maltratadores, de los que
dicen amarte y te despedazan.
Qué perros salvajes escapan
de sus perreras y se lanzan sobre tu breve historia, te descarnan el pecho
hasta hollarte la memoria y esconden, limpios, tus resecos huesos.
Pienso en que habías escrito
que era amor.
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